terça-feira, 27 de outubro de 2009

Crecimiento económico no es igual a desarrollo equitativo

El diagnóstico acerca de las causas del incremento de las desigualdades dentro también de los países más ricos del mundo sigue sin aclararse.

Lo que sí se puede probar, fehacientemente, es que el mero crecimiento económico no conduce, por sí mismo, a superar la pobreza y la desigualdad.

La publicación "Flat World, Big Gaps" ( Un mundo plano, grandes disparidades), editada por el secretario general adjunto de la organización PNUD de la Naciones Unidas, afirma que, si bien la distribución de los ingresos individuales han mejorado ligeramente, gracias al crecimiento económico de China e India, sin embargo, la distribución de la riqueza, a nivel mundial, ha empeorado. Los índices de pobreza, desigualdad y exclusión social van en aumento a la par que la concentración de la riqueza.

Según este Informe, la globalización y el libre mercado no han ayudado a la reducción de la desigualdad y de la pobreza, como muchos creen.

La brecha económica que separa, a los países ricos de los países pobres, se ha profundizado. Este fenómeno se da también dentro de cada país, entre uno y otro sector, con muy pocas excepciones.

La creencia generalizada, de que la globalización y la liberación de los mercados son la clave para la reducción de la pobreza, es una falacia. Lo demuestran los siguientes datos: Todavía existen 1.000 millones de personas que viven con menos de un dólar por día, mientras casi la mitad de la población mundial (3.000 millones de personas) sobrevive con poco más de 2 dólares diarios.

Se constata que los dos grandes países de mayor crecimiento actual, como son China e India, también están experimentando un crecimiento acelerado de la desigualdad económica, cada vez más alejados de un desarrollo equitativo.

Algunos defensores, a ultranza, de la globalización llegan a afirmar que es inevitable que persista la desigualdad. Muchos de ellos la ven como algo útil y conveniente. Piensan que es necesario que haya una real concentración de la riqueza, ya que, según ellos, sólo los grandes capitales pueden generar, con sus inversiones, nuevas fuentes de trabajo. El reparto de la riqueza es una decisión posterior... Es lo que se denomina "la teoría del rebalse".

Sin embargo la experiencia de estos últimos años nos dice que las grandes fortunas se orientan, cada vez, más hacia la especulación y no así hacia la inversión y la generación de nuevas fuentes de trabajo.

Muchos economistas juzgan que la igualdad social que caracterizó al Japón de la posguerra ha sido uno de los factores más importantes de su notable desarrollo económico y social. Lo mismo se podría decir de Singapur, de Corea del Sur, de Taiwán....

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