terça-feira, 27 de outubro de 2009
Iguales
El fenómeno de la desigualdad
*por ADITAL, Gregorio Iriarte o.m.
16 de febrero de 2007
¿Por qué existe tanta desigualdad en el mundo...? ¿Por qué, actualmente, en vez de disminuir, va en un progresivo y deshumanizado aumento? ¿Cuáles serían las razones para que no puedan encontrarse soluciones al problema más injusto y lacerante de nuestra sociedad...?
Es el difícil cuestionamiento que nos planteamos desde el punto de vista tanto económico, como social y ético.
Los más graves problemas de la sociedad actual ¿no están, acaso, vinculados directamente al injusto desafío de la desigualdad económica y de la exclusión social...? ¿No es ello causa de la creciente emigración...? Cientos de miles de africanos intentan llegar, como sea, a Europa y otro tanto sucede con ese inmenso contingente de latinoamericanos que, cada vez en mayor cantidad, suspiran y luchan por llegar hasta EE.UU. Pero no sólo eso: las crecientes tensiones internacionales entre el Norte y el Sur, los resentimientos y frustraciones de los empobrecidos, la desesperación de los desocupados, el aumento de la agresividad e inseguridad ciudadana.... ¿no tienen que ver con la desigualdad creciente, tanto a nivel mundial, como dentro de cada país, sea rico o pobre...? Unas personas nadan en la abundancia y malgastan y derrochan su dinero en permanente y provocador despilfarro, mientras aumentan la pobreza y la extrema pobreza, tanto en el ámbito local, como a nivel mundial
Este fenómeno es tan complejo que, aún dentro de los países de ingresos más altos, las desigualdades aumentan. En EE.UU. un 17% de los empleados, a tiempo completo, ha quedado por debajo del umbral oficial de la pobreza, pero, a la vez, sólo tres norteamericanos (Bill Gates, Paul Allen y Warren Buffet, poseen 110.500 millones de dólares, una riqueza igual a todo lo que poseen 600 millones de personas de 42 países del Tercer Mundo.
Crecimiento económico no es igual a desarrollo equitativo
El diagnóstico acerca de las causas del incremento de las desigualdades dentro también de los países más ricos del mundo sigue sin aclararse.
Lo que sí se puede probar, fehacientemente, es que el mero crecimiento económico no conduce, por sí mismo, a superar la pobreza y la desigualdad.
La publicación "Flat World, Big Gaps" ( Un mundo plano, grandes disparidades), editada por el secretario general adjunto de la organización PNUD de la Naciones Unidas, afirma que, si bien la distribución de los ingresos individuales han mejorado ligeramente, gracias al crecimiento económico de China e India, sin embargo, la distribución de la riqueza, a nivel mundial, ha empeorado. Los índices de pobreza, desigualdad y exclusión social van en aumento a la par que la concentración de la riqueza.
Según este Informe, la globalización y el libre mercado no han ayudado a la reducción de la desigualdad y de la pobreza, como muchos creen.
La brecha económica que separa, a los países ricos de los países pobres, se ha profundizado. Este fenómeno se da también dentro de cada país, entre uno y otro sector, con muy pocas excepciones.
La creencia generalizada, de que la globalización y la liberación de los mercados son la clave para la reducción de la pobreza, es una falacia. Lo demuestran los siguientes datos: Todavía existen 1.000 millones de personas que viven con menos de un dólar por día, mientras casi la mitad de la población mundial (3.000 millones de personas) sobrevive con poco más de 2 dólares diarios.
Se constata que los dos grandes países de mayor crecimiento actual, como son China e India, también están experimentando un crecimiento acelerado de la desigualdad económica, cada vez más alejados de un desarrollo equitativo.
Algunos defensores, a ultranza, de la globalización llegan a afirmar que es inevitable que persista la desigualdad. Muchos de ellos la ven como algo útil y conveniente. Piensan que es necesario que haya una real concentración de la riqueza, ya que, según ellos, sólo los grandes capitales pueden generar, con sus inversiones, nuevas fuentes de trabajo. El reparto de la riqueza es una decisión posterior... Es lo que se denomina "la teoría del rebalse".
Sin embargo la experiencia de estos últimos años nos dice que las grandes fortunas se orientan, cada vez, más hacia la especulación y no así hacia la inversión y la generación de nuevas fuentes de trabajo.
Muchos economistas juzgan que la igualdad social que caracterizó al Japón de la posguerra ha sido uno de los factores más importantes de su notable desarrollo económico y social. Lo mismo se podría decir de Singapur, de Corea del Sur, de Taiwán....
Lo que sí se puede probar, fehacientemente, es que el mero crecimiento económico no conduce, por sí mismo, a superar la pobreza y la desigualdad.
La publicación "Flat World, Big Gaps" ( Un mundo plano, grandes disparidades), editada por el secretario general adjunto de la organización PNUD de la Naciones Unidas, afirma que, si bien la distribución de los ingresos individuales han mejorado ligeramente, gracias al crecimiento económico de China e India, sin embargo, la distribución de la riqueza, a nivel mundial, ha empeorado. Los índices de pobreza, desigualdad y exclusión social van en aumento a la par que la concentración de la riqueza.
Según este Informe, la globalización y el libre mercado no han ayudado a la reducción de la desigualdad y de la pobreza, como muchos creen.
La brecha económica que separa, a los países ricos de los países pobres, se ha profundizado. Este fenómeno se da también dentro de cada país, entre uno y otro sector, con muy pocas excepciones.
La creencia generalizada, de que la globalización y la liberación de los mercados son la clave para la reducción de la pobreza, es una falacia. Lo demuestran los siguientes datos: Todavía existen 1.000 millones de personas que viven con menos de un dólar por día, mientras casi la mitad de la población mundial (3.000 millones de personas) sobrevive con poco más de 2 dólares diarios.
Se constata que los dos grandes países de mayor crecimiento actual, como son China e India, también están experimentando un crecimiento acelerado de la desigualdad económica, cada vez más alejados de un desarrollo equitativo.
Algunos defensores, a ultranza, de la globalización llegan a afirmar que es inevitable que persista la desigualdad. Muchos de ellos la ven como algo útil y conveniente. Piensan que es necesario que haya una real concentración de la riqueza, ya que, según ellos, sólo los grandes capitales pueden generar, con sus inversiones, nuevas fuentes de trabajo. El reparto de la riqueza es una decisión posterior... Es lo que se denomina "la teoría del rebalse".
Sin embargo la experiencia de estos últimos años nos dice que las grandes fortunas se orientan, cada vez, más hacia la especulación y no así hacia la inversión y la generación de nuevas fuentes de trabajo.
Muchos economistas juzgan que la igualdad social que caracterizó al Japón de la posguerra ha sido uno de los factores más importantes de su notable desarrollo económico y social. Lo mismo se podría decir de Singapur, de Corea del Sur, de Taiwán....
Nunca tan pocos tuvieron tanto...
Nunca el mundo ha producido tantos bienes y tanta riqueza como en la actualidad. En los últimos 20 años, la economía mundial se ha quintuplicado, pero, a la vez, lamentablemente, las distancias entre pobres y ricos se han vuelto abismales.
Un Informe de Banco Mundial, divide a los países del mundo en cinco grupos iguales, de acuerdo a su riqueza. El grupo de países más ricos acapara una riqueza 150 veces superior a la del grupo más pobre. Este grupo privilegiado concentra el 86% de la riqueza mundial; el resto ( o sea el 80% de la humanidad) sólo es dueño del 14% de la riqueza. Lo más grave, sin embargo, es constatar que el 20% más pobre dispone apenas del 1,5% de dicha riqueza.
El PIB mundial alcanza actualmente a los 25 billones de dólares, de los cuales, los países que integran el grupo de los G7 son dueños de 17 billones, otros 5 países acumulan 1.000 billones, mientras 180 países tienen que partirse los 7 billones restantes.
Los más pobres entre los pobres
En el África Subsahariana han amentado los índices de pobreza, según el último Informe del "Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo" (PNUD): La esperanza de vida de estos países es inferior a la que existía hace 30 años. La edad promedio apenas llega a 46 años, es decir, 32 años menos que la de los países más adelantados,
América Latina no es la región más pobre del mundo, pero es la que tiene peor distribución de sus ingresos. Los pobres en América Latina son, actualmente, 205 millones de personas o sea el 38,5% de la población. El 14,7% de la población, o sea 79 millones de personas, viven en extrema pobreza, o sea, con menos de un dólar al día por persona.
Cochabamba (Bolivia) febrero del 2007
http://www.ciudadredonda.org/spip/article.php3?id_article=325
Un Informe de Banco Mundial, divide a los países del mundo en cinco grupos iguales, de acuerdo a su riqueza. El grupo de países más ricos acapara una riqueza 150 veces superior a la del grupo más pobre. Este grupo privilegiado concentra el 86% de la riqueza mundial; el resto ( o sea el 80% de la humanidad) sólo es dueño del 14% de la riqueza. Lo más grave, sin embargo, es constatar que el 20% más pobre dispone apenas del 1,5% de dicha riqueza.
El PIB mundial alcanza actualmente a los 25 billones de dólares, de los cuales, los países que integran el grupo de los G7 son dueños de 17 billones, otros 5 países acumulan 1.000 billones, mientras 180 países tienen que partirse los 7 billones restantes.
Los más pobres entre los pobres
En el África Subsahariana han amentado los índices de pobreza, según el último Informe del "Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo" (PNUD): La esperanza de vida de estos países es inferior a la que existía hace 30 años. La edad promedio apenas llega a 46 años, es decir, 32 años menos que la de los países más adelantados,
América Latina no es la región más pobre del mundo, pero es la que tiene peor distribución de sus ingresos. Los pobres en América Latina son, actualmente, 205 millones de personas o sea el 38,5% de la población. El 14,7% de la población, o sea 79 millones de personas, viven en extrema pobreza, o sea, con menos de un dólar al día por persona.
Cochabamba (Bolivia) febrero del 2007
http://www.ciudadredonda.org/spip/article.php3?id_article=325
sexta-feira, 23 de outubro de 2009
Muralha, Guerreiros e Cidade Proibida convivem com neons em cenário de Blade Runner.
Quebra a cara quem chega à China imaginando encontrar em cada esquina prédios com a arquitetura típica ou gente comendo carne de cachorro e espetinho de escorpião. Para o bem ou para o mal, a China modernizou-se. As grandes cidades compõem um cenário mais próximo de uma Chicago do que daquele mostrado pelo premiado diretor de cinema chinês Zhang Yimou no clássico "Lanternas Vermelhas".
Pequim, por onde em geral os turistas começam sua visita à China, tem largas avenidas arborizadas, cercadas de álamos e jardins bem cuidados. A velha China existe, é claro, mas precisa ser procurada. Está tinindo e restaurada, por exemplo, à espera de 50 mil turistas por dia, na Cidade Proibida, palácio no qual viveram 24 imperadores durante cinco séculos, até 1911. Entra-se na Cidade depois de uma caminhada de arrepiar pela Praça da Paz Celestial.
A velha China, em Pequim, está também em alguns históricos "hutongs", bairros típicos do período imperial, com casas paupérrimas em torno de um terreno de uso comum. A partir da segunda metade do século passado, essas vilas deram lugar aos arranha-céus que hoje dominam a paisagem da capital chinesa. Alguns foram mantidos e fazem parte dos roteiros turísticos de Pequim. É como se o governo demolisse todas as favelas do Rio, construísse prédios em seu lugar e mantivesse algumas para mostrar a velha realidade a visitantes curiosos. Praticamente toda a Pequim, com 2 mil anos de história e 17 milhões de habitantes, foi demolida nas últimas três décadas, operação concluída nos anos que antecederam a Olimpíada de 2008.
A 50 km de Pequim está um trecho dos 8 mil km remanescentes da "Grande Muralha". É um passeio imperdível, mas a subida até o ponto mais alto do muro que serpenteia a montanha exige algum preparo físico. Ao chegar lá em cima, após ter subido uns 800 metros nas escadas e rampas do dorso da muralha, você poderá se surpreender com um senhor gordo, de bengala, ou com uma chinesa idosa, fazendo a caminhada de volta.
Pequim, por onde em geral os turistas começam sua visita à China, tem largas avenidas arborizadas, cercadas de álamos e jardins bem cuidados. A velha China existe, é claro, mas precisa ser procurada. Está tinindo e restaurada, por exemplo, à espera de 50 mil turistas por dia, na Cidade Proibida, palácio no qual viveram 24 imperadores durante cinco séculos, até 1911. Entra-se na Cidade depois de uma caminhada de arrepiar pela Praça da Paz Celestial.
A velha China, em Pequim, está também em alguns históricos "hutongs", bairros típicos do período imperial, com casas paupérrimas em torno de um terreno de uso comum. A partir da segunda metade do século passado, essas vilas deram lugar aos arranha-céus que hoje dominam a paisagem da capital chinesa. Alguns foram mantidos e fazem parte dos roteiros turísticos de Pequim. É como se o governo demolisse todas as favelas do Rio, construísse prédios em seu lugar e mantivesse algumas para mostrar a velha realidade a visitantes curiosos. Praticamente toda a Pequim, com 2 mil anos de história e 17 milhões de habitantes, foi demolida nas últimas três décadas, operação concluída nos anos que antecederam a Olimpíada de 2008.
A 50 km de Pequim está um trecho dos 8 mil km remanescentes da "Grande Muralha". É um passeio imperdível, mas a subida até o ponto mais alto do muro que serpenteia a montanha exige algum preparo físico. Ao chegar lá em cima, após ter subido uns 800 metros nas escadas e rampas do dorso da muralha, você poderá se surpreender com um senhor gordo, de bengala, ou com uma chinesa idosa, fazendo a caminhada de volta.
Mesmo a parte mais moderna da China ainda é hostil ao turista individual, por causa da barreira do idioma. Embora se estime que existam mais de 250 milhões de chineses estudando inglês, bilíngues ainda são raros nas ruas. A melhor opção, portanto, é mesmo comprar um pacote turístico, com ônibus na porta e guia - sim, é seguir um guarda-chuva.
A guia, com certeza, é uma funcionária do governo. Eva é o nome que ela, filha de um membro do Partido Comunista Chinês, adotou para facilitar o contato com os turistas ocidentais. Jovem e vaidosa, ela se confessa feliz porque a família ganhou um apartamento do governo em retribuição por 30 anos de serviços prestados pelo pai ao partido.
Antes de começar a descrever Pequim, Eva faz uma introdução sobre os 60 anos da República Popular da China, comemorados com grande festa em 1 de outubro. E ensaia uma autocrítica. Diz que a Revolução Cultural, nos anos 60 e 70, foi um período pouco democrático da Revolução liderada por Mao Tse-Tung. Mas a ressalva vem em seguida, no tom reverencial em que a maioria dos chineses trata o "grande timoneiro". A importância de Mao, para Eva, foi na unificação da China, porque ele pôs fim a 100 anos de guerras civis no país. Os elogios rasgados são mesmo ao período de abertura da China, com Deng Xiaoping, a partir dos anos 80. E o massacre da Praça da Paz Celestial? "Ah!, foi um episódio neutro, nem ruim nem bom", diz a guia.
A guia, com certeza, é uma funcionária do governo. Eva é o nome que ela, filha de um membro do Partido Comunista Chinês, adotou para facilitar o contato com os turistas ocidentais. Jovem e vaidosa, ela se confessa feliz porque a família ganhou um apartamento do governo em retribuição por 30 anos de serviços prestados pelo pai ao partido.
Antes de começar a descrever Pequim, Eva faz uma introdução sobre os 60 anos da República Popular da China, comemorados com grande festa em 1 de outubro. E ensaia uma autocrítica. Diz que a Revolução Cultural, nos anos 60 e 70, foi um período pouco democrático da Revolução liderada por Mao Tse-Tung. Mas a ressalva vem em seguida, no tom reverencial em que a maioria dos chineses trata o "grande timoneiro". A importância de Mao, para Eva, foi na unificação da China, porque ele pôs fim a 100 anos de guerras civis no país. Os elogios rasgados são mesmo ao período de abertura da China, com Deng Xiaoping, a partir dos anos 80. E o massacre da Praça da Paz Celestial? "Ah!, foi um episódio neutro, nem ruim nem bom", diz a guia.
A China, comprova o turista, é um país sempre em obras e os chineses adoram ter algum pretexto para fazer mais obras e gastar parte de suas reservas trilionárias. Até 2008, o motivo principal foi a Olimpíada de Pequim. Agora, em Xangai, é a Expo 2010. Há prédios sendo levantados por todos os lados, embora já tenham sido construídos 3.500 edifícios com mais de 20 andares desde o início dos anos 90. Às margens do Rio Huangpu, todas as instalações portuárias estão sendo remodeladas. À noite, um passeio de barco pelo rio expõe uma majestosa fileira de arranha-céus iluminados e coloridos: é o Pudong, o principal centro financeiro-comercial chinês, um cenário de Blade Runner misturado com Las Vegas. Lá está o Shanghai World Financial Center, um dos maiores edifícios do mundo, com 101 andares e 493 metros de altura, desenhado por Kohn Pedersen Fox no formato de um abridor de garrafas e concluído em 2007. Lá está também a Oriental Pearl Tower, a conhecida "Torre de Televisão", uma construção de aspecto espacial com um restaurante giratório a 265 m de altura e que atrai 3 milhões de turistas por ano. E ainda o Maglev, o trem que levita a 430 km por hora.
Na Xangai pré-Expo 2010, as obras não param, 24 horas por dia, sete dias por semana. E esse é o ritmo de trabalho na construção civil em toda a China. O turista mexicano Geraldo Fuentes hospedou-se no Ásia International Hotel, em Guangzhou (Cantão), a maior cidade do país, com 32 milhões de habitantes. Numa suíte no 39 andar, esperava tranquilidade. Mas deparou-se com as marteladas da construção de outro arranha-céu em sua janela na madrugada.
Como que a desafiar a crise global, até cidades menores entram no frenesi das obras. Na estância turística de Guilin - pequena para os padrões chineses, porque tem 700 mil habitantes -, na região noroeste da China, não há um quarteirão sem restaurações nas ruas e calçadas. No aeroporto, em centenas de cartazes e painéis espalhados por toda a parte, o jogador Kaká vende pastilhas Golden para a garganta, produto de uma fábrica local.
Na Xangai pré-Expo 2010, as obras não param, 24 horas por dia, sete dias por semana. E esse é o ritmo de trabalho na construção civil em toda a China. O turista mexicano Geraldo Fuentes hospedou-se no Ásia International Hotel, em Guangzhou (Cantão), a maior cidade do país, com 32 milhões de habitantes. Numa suíte no 39 andar, esperava tranquilidade. Mas deparou-se com as marteladas da construção de outro arranha-céu em sua janela na madrugada.
Como que a desafiar a crise global, até cidades menores entram no frenesi das obras. Na estância turística de Guilin - pequena para os padrões chineses, porque tem 700 mil habitantes -, na região noroeste da China, não há um quarteirão sem restaurações nas ruas e calçadas. No aeroporto, em centenas de cartazes e painéis espalhados por toda a parte, o jogador Kaká vende pastilhas Golden para a garganta, produto de uma fábrica local.
Mas o espetáculo, ali, são o rio Li, que passa silenciosamente por uma zona de montanhas de calcário coberta de vegetação, e uma interminável caverna cheia de estalagmites e estalactites. No passeio noturno pelo rio será exibida aos turistas atrações divertidas e cruéis. A divertida são clones de uma dezena de pontes famosas do mundo, como a Golden Gate (São Francisco) e a Pont Neuf (Paris), todas iluminadas no estilo Vegas. E há também uma ponte inteiramente de cristal, a única do mundo, segundo os chineses. A face cruel surge num pequeno barco onde um chinês mantém cinco cormorões, uma espécie de pato, amarrados em uma corda. Certamente famintas, as aves são lançadas na água e voltam com um peixe entalado no pescoço. Elas tentam engolir a presa, mas não conseguem porque têm um laço apertado na base do pescoço que impede a passagem do peixe. Então, o chinês, num golpe rápido, espreme o pescoço da ave, que vomita o peixe em um cesto. Crueldade? Não, responde o guia. "No fim da pescaria, o pato ganha vários peixes".
Os chineses não parecem nada afetuosos com os animais. Debaixo de um calor de quase 40 graus, o mercado de Qingping, em Guangzhou (Cantão), no sul do país, expõe gaiolas com animais vivos para o abate, cachorros, gatos, macacos e tartarugas. Já foi pior. Havia muito mais animais vivos antes da gripe aviária que vitimou milhares de pessoas em 2002. Agora, em sacos, caixas, baldes e bacias há mais bichos secos, como cobras, escorpiões, sapos, morcegos, cavalos marinhos e muitos outros estranhos e irreconhecíveis para ocidentais. Esses animais secos são vendidos para fins medicinais, junto com uma enorme variedade de grãos, raízes, farelos e folhas.
Os chineses não parecem nada afetuosos com os animais. Debaixo de um calor de quase 40 graus, o mercado de Qingping, em Guangzhou (Cantão), no sul do país, expõe gaiolas com animais vivos para o abate, cachorros, gatos, macacos e tartarugas. Já foi pior. Havia muito mais animais vivos antes da gripe aviária que vitimou milhares de pessoas em 2002. Agora, em sacos, caixas, baldes e bacias há mais bichos secos, como cobras, escorpiões, sapos, morcegos, cavalos marinhos e muitos outros estranhos e irreconhecíveis para ocidentais. Esses animais secos são vendidos para fins medicinais, junto com uma enorme variedade de grãos, raízes, farelos e folhas.
Sim, comem-se cachorros em Guangzhou, no sul da China. "Só no sul da China, não em todo o país", destaca o guia. Estima-se que sejam abatidos cerca de 15 milhões de cães por ano. E comem-se também escorpiões no espeto, que podem ser comprados vivos em Qingping, em tinas destampadas. Mas eles não sobem pelas paredes das tinas? Não. Eles ficam apenas em frenética movimentação, amontoados no fundo do tacho. Branquinhos, nem despertam nojo.
Não dá para ir à China sem visitar Xian, na região central, que foi capital do país ao longo de várias dinastias. Numa delas, em 246 aC, o imperador Qin Shi Huang ordenou a construção do exército de terracota, para que eles o protegessem depois de sua morte. Essas imagens de barro (alguns exemplares estiveram no MASP, em São Paulo), foram descobertas por agricultores de Xian em 1974. Desde então, os chineses desenterraram cerca de 8 mil delas, de homens e de cavalos, todos em tamanho natural, muitas em cacos que tiveram de ser recompostos. As estátuas são coloridas, mas, ao entrar em contato com a atmosfera, perdem a cor em pouco tempo. Por isso, os técnicos chineses pararam as escavações até que possam descobrir uma forma de manter as cores originais. Fizeram também dois enormes galpões para proteger a área.
Há coisas admiráveis na China, como os soldados de Xian, e outras nem tanto. Num dia, Pequim amanhece linda, banhada de sol. No outro, uma névoa amarela cobre toda a cidade o dia inteiro, a ponto de o sol parecer uma lua às 3 horas da tarde. Poluição? Não, apenas poeira vinda do deserto de Gobi, diz a guia. Surpreende também que as estatísticas indiquem uma população de 85% de ateus, mas que os prédios contemporâneos continuem sendo construídos sem o quarto andar por pura superstição em relação a número quatro, que significa morte. Os banheiros públicos assustam pela sujeira e pelo mau cheiro -- as mulheres reclamam porque não há vasos sanitários, apenas um buraco no chão. E muitos chineses continuam a cuspir sem receio nas ruas.
Para o leitor que conseguiu chegar até aqui, lá vai uma pitada de humor, uma quase-anedota contada por um guia chinês. "No ano 245 aC, o imperador Qin, o mesmo que mandou construir os guerreiros de Xian, enviou soldados a uma ilha do pacífico para buscar uma erva que teria o dom da imortalidade, uma obsessão do rei. Chegando à ilha, os soldados não encontraram a erva e, certos de que seriam executados se voltassem a Xian sem a encomenda do rei, decidiram permanecer naquele lugar inóspito. Essa ilha se chama hoje Japão." Está viva a rivalidade milenar entre chineses e japoneses.
Não dá para ir à China sem visitar Xian, na região central, que foi capital do país ao longo de várias dinastias. Numa delas, em 246 aC, o imperador Qin Shi Huang ordenou a construção do exército de terracota, para que eles o protegessem depois de sua morte. Essas imagens de barro (alguns exemplares estiveram no MASP, em São Paulo), foram descobertas por agricultores de Xian em 1974. Desde então, os chineses desenterraram cerca de 8 mil delas, de homens e de cavalos, todos em tamanho natural, muitas em cacos que tiveram de ser recompostos. As estátuas são coloridas, mas, ao entrar em contato com a atmosfera, perdem a cor em pouco tempo. Por isso, os técnicos chineses pararam as escavações até que possam descobrir uma forma de manter as cores originais. Fizeram também dois enormes galpões para proteger a área.
Há coisas admiráveis na China, como os soldados de Xian, e outras nem tanto. Num dia, Pequim amanhece linda, banhada de sol. No outro, uma névoa amarela cobre toda a cidade o dia inteiro, a ponto de o sol parecer uma lua às 3 horas da tarde. Poluição? Não, apenas poeira vinda do deserto de Gobi, diz a guia. Surpreende também que as estatísticas indiquem uma população de 85% de ateus, mas que os prédios contemporâneos continuem sendo construídos sem o quarto andar por pura superstição em relação a número quatro, que significa morte. Os banheiros públicos assustam pela sujeira e pelo mau cheiro -- as mulheres reclamam porque não há vasos sanitários, apenas um buraco no chão. E muitos chineses continuam a cuspir sem receio nas ruas.
Para o leitor que conseguiu chegar até aqui, lá vai uma pitada de humor, uma quase-anedota contada por um guia chinês. "No ano 245 aC, o imperador Qin, o mesmo que mandou construir os guerreiros de Xian, enviou soldados a uma ilha do pacífico para buscar uma erva que teria o dom da imortalidade, uma obsessão do rei. Chegando à ilha, os soldados não encontraram a erva e, certos de que seriam executados se voltassem a Xian sem a encomenda do rei, decidiram permanecer naquele lugar inóspito. Essa ilha se chama hoje Japão." Está viva a rivalidade milenar entre chineses e japoneses.
Manifesto em defesa do MST
Contra a violência do agronegócio e a criminalização das lutas sociais
As grandes redes de televisão repetiram à exaustão, há algumas semanas, imagens da ocupação realizada por integrantes do Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST) em terras que seriam de propriedade do Sucocítrico Cutrale, no interior de São Paulo. A mídia foi taxativa em classificar a derrubada de alguns pés de laranja como ato de vandalismo.
Uma informação essencial, no entanto, foi omitida: a de que a titularidade das terras da empresa é contestada pelo Incra e pela Justiça. Trata-se de uma grande área chamada Núcleo Monções, que possui cerca de 30 mil hectares. Desses 30 mil hectares, 10 mil são terras públicas reconhecidas oficialmente como devolutas e 15 mil são terras improdutivas. Ao mesmo tempo, não há nenhuma prova de que a suposta destruição de máquinas e equipamentos tenha sido obra dos sem-terra.
Na ótica dos setores dominantes, pés de laranja arrancados em protesto representam uma imagem mais chocante do que as famílias que vivem em acampamentos precários desejando produzir alimentos.
Bloquear a reforma agrária
Há um objetivo preciso nisso tudo: impedir a revisão dos índices de produtividade agrícola – cuja versão em vigor tem como base o censo agropecuário de 1975 – e viabilizar uma CPI sobre o MST. Com tal postura, o foco do debate agrário é deslocado dos responsáveis pela desigualdade e concentração para criminalizar os que lutam pelo direito do povo. A revisão dos índices evidenciaria que, apesar de todo o avanço técnico, boa parte das grandes propriedades não é tão produtiva quanto seus donos alegam e estaria, assim, disponível para a reforma agrária.
Para mascarar tal fato, está em curso um grande operativo político das classes dominantes objetivando golpear o principal movimento social brasileiro, o MST. Deste modo, prepara-se o terreno para mais uma ofensiva contra os direitos sociais da maioria da população brasileira.
O pesado operativo midiático-empresarial visa isolar e criminalizar o movimento social e enfraquecer suas bases de apoio. Sem resistências, as corporações agrícolas tentam bloquear, ainda mais severamente, a reforma agrária e impor um modelo agroexportador predatório em termos sociais e ambientais, como única alternativa para a agropecuária brasileira.
Concentração fundiária
A concentração fundiária no Brasil aumentou nos últimos dez anos, conforme o Censo Agrário do IBGE. A área ocupada pelos estabelecimentos rurais maiores do que mil hectares concentra mais de 43% do espaço total, enquanto as propriedades com menos de 10 hectares ocupam menos de 2,7%. As pequenas propriedades estão definhando enquanto crescem as fronteiras agrícolas do agronegócio.
Conforme a Comissão Pastoral da Terra (CPT, 2009) os conflitos agrários do primeiro semestre deste ano seguem marcando uma situação de extrema violência contra os trabalhadores rurais. Entre janeiro e julho de 2009 foram registrados 366 conflitos, que afetaram diretamente 193.174 pessoas, ocorrendo um assassinato a cada 30 conflitos no 1º semestre de 2009. Ao todo, foram 12 assassinatos, 44 tentativas de homicídio, 22 ameaças de morte e 6 pessoas torturadas no primeiro semestre deste ano.
Não violência
A estratégia de luta do MST sempre se caracterizou pela não violência, ainda que em um ambiente de extrema agressividade por parte dos agentes do Estado e das milícias e jagunços a serviço das corporações e do latifúndio. As ocupações objetivam pressionar os governos a realizar a reforma agrária.
É preciso uma agricultura socialmente justa, ecológica, capaz de assegurar a soberania alimentar e baseada na livre cooperação de pequenos agricultores. Isso só será conquistado com movimentos sociais fortes, apoiados pela maioria da população brasileira.
Contra a criminalização das lutas sociais
Convocamos todos os movimentos e setores comprometidos com as lutas a se engajarem em um amplo movimento contra a criminalização das lutas sociais, realizando atos e manifestações políticas que demarquem o repúdio à criminalização do MST e de todas as lutas no Brasil.
Assinam esse documento:
Eduardo Galeano - Uruguai
István Mészáros - Inglaterra
Ana Esther Ceceña - México
Boaventura de Souza Santos - Portugal
Daniel Bensaid - França
Isabel Monal - Cuba
Michael Lowy - França
Claudia Korol - Argentina
Carlos Juliá – Argentina
Miguel Urbano Rodrigues - Portugal
Marcelo Souto Severino - Brasil
Carlos Aguilar - Costa Rica
Ricardo Gimenez - Chile
Pedro Franco - República Dominicana
As grandes redes de televisão repetiram à exaustão, há algumas semanas, imagens da ocupação realizada por integrantes do Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST) em terras que seriam de propriedade do Sucocítrico Cutrale, no interior de São Paulo. A mídia foi taxativa em classificar a derrubada de alguns pés de laranja como ato de vandalismo.
Uma informação essencial, no entanto, foi omitida: a de que a titularidade das terras da empresa é contestada pelo Incra e pela Justiça. Trata-se de uma grande área chamada Núcleo Monções, que possui cerca de 30 mil hectares. Desses 30 mil hectares, 10 mil são terras públicas reconhecidas oficialmente como devolutas e 15 mil são terras improdutivas. Ao mesmo tempo, não há nenhuma prova de que a suposta destruição de máquinas e equipamentos tenha sido obra dos sem-terra.
Na ótica dos setores dominantes, pés de laranja arrancados em protesto representam uma imagem mais chocante do que as famílias que vivem em acampamentos precários desejando produzir alimentos.
Bloquear a reforma agrária
Há um objetivo preciso nisso tudo: impedir a revisão dos índices de produtividade agrícola – cuja versão em vigor tem como base o censo agropecuário de 1975 – e viabilizar uma CPI sobre o MST. Com tal postura, o foco do debate agrário é deslocado dos responsáveis pela desigualdade e concentração para criminalizar os que lutam pelo direito do povo. A revisão dos índices evidenciaria que, apesar de todo o avanço técnico, boa parte das grandes propriedades não é tão produtiva quanto seus donos alegam e estaria, assim, disponível para a reforma agrária.
Para mascarar tal fato, está em curso um grande operativo político das classes dominantes objetivando golpear o principal movimento social brasileiro, o MST. Deste modo, prepara-se o terreno para mais uma ofensiva contra os direitos sociais da maioria da população brasileira.
O pesado operativo midiático-empresarial visa isolar e criminalizar o movimento social e enfraquecer suas bases de apoio. Sem resistências, as corporações agrícolas tentam bloquear, ainda mais severamente, a reforma agrária e impor um modelo agroexportador predatório em termos sociais e ambientais, como única alternativa para a agropecuária brasileira.
Concentração fundiária
A concentração fundiária no Brasil aumentou nos últimos dez anos, conforme o Censo Agrário do IBGE. A área ocupada pelos estabelecimentos rurais maiores do que mil hectares concentra mais de 43% do espaço total, enquanto as propriedades com menos de 10 hectares ocupam menos de 2,7%. As pequenas propriedades estão definhando enquanto crescem as fronteiras agrícolas do agronegócio.
Conforme a Comissão Pastoral da Terra (CPT, 2009) os conflitos agrários do primeiro semestre deste ano seguem marcando uma situação de extrema violência contra os trabalhadores rurais. Entre janeiro e julho de 2009 foram registrados 366 conflitos, que afetaram diretamente 193.174 pessoas, ocorrendo um assassinato a cada 30 conflitos no 1º semestre de 2009. Ao todo, foram 12 assassinatos, 44 tentativas de homicídio, 22 ameaças de morte e 6 pessoas torturadas no primeiro semestre deste ano.
Não violência
A estratégia de luta do MST sempre se caracterizou pela não violência, ainda que em um ambiente de extrema agressividade por parte dos agentes do Estado e das milícias e jagunços a serviço das corporações e do latifúndio. As ocupações objetivam pressionar os governos a realizar a reforma agrária.
É preciso uma agricultura socialmente justa, ecológica, capaz de assegurar a soberania alimentar e baseada na livre cooperação de pequenos agricultores. Isso só será conquistado com movimentos sociais fortes, apoiados pela maioria da população brasileira.
Contra a criminalização das lutas sociais
Convocamos todos os movimentos e setores comprometidos com as lutas a se engajarem em um amplo movimento contra a criminalização das lutas sociais, realizando atos e manifestações políticas que demarquem o repúdio à criminalização do MST e de todas as lutas no Brasil.
Assinam esse documento:
Eduardo Galeano - Uruguai
István Mészáros - Inglaterra
Ana Esther Ceceña - México
Boaventura de Souza Santos - Portugal
Daniel Bensaid - França
Isabel Monal - Cuba
Michael Lowy - França
Claudia Korol - Argentina
Carlos Juliá – Argentina
Miguel Urbano Rodrigues - Portugal
Marcelo Souto Severino - Brasil
Carlos Aguilar - Costa Rica
Ricardo Gimenez - Chile
Pedro Franco - República Dominicana
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